lunes, 20 de diciembre de 2010

No Soy Feminista

No Soy Feminista, creo que ni siquiera soy consiente de cuantos derechos poseo como persona, como ser humano libre que vive en democracia. Soy Consiente, sí, de los derechos básicos que poseo como ciudadano de la republica Argentina y de algunos derechos que conquistaron las mujeres mas grandes que yo y las que ya no están en este mundo.
Soy Consiente de que debo mucho a las generaciones pasadas y Soy Consiente de que mi generación debe seguir luchando con los tacones bien puestos o las zapatillas bien atadas, con las polleras sin arrugas o con los pantalones bien puestos, con la camisa de bolados o con la musculosa exhibiendo la piel, con aros y tatuajes o sin ellos pero de cualquier forma, sea cual sea, la condición social de quien adquiera este compromiso con las generaciones futuras lo importante es que lo cumpla para que nadie vuelva a pasar por un aborto ilegal, uno de tantos sometimientos que las mujeres en general deben aceptar inclinando la cabeza dócilmente para que la sociedad, algunos hombres y, si, algunas mujeres continúen por la vida de forma normal, saludable y apacible.
Vuelvo a repetir, No Soy Feminista. No estoy segura de que signifique serlo pero me da miedo por que suena como otra palabra bastante fuerte como lo es el machismo. ¿No se supone que todos somos iguales ante los ojos de Dios y ante la ley? ¿No se supone que deberíamos seguir adelante en el camino de la vida juntos sin ningún tipo de rivalidad? Me confunde que algunas mujeres hablen de la violencia contra las mujeres y no hablen de la integración de las mujeres con los hombres o viceversa, los hombres con las mujeres. No me malinterpreten, no estoy contra el feminismo, al fin y al cabo es un tipo de pensamiento y si se quiere una forma de vida y creo que cada cual hace con su culo un florero si así lo prefiere.
En realidad no Soy nada mas que una Mina que Escribe de ves en cuando aquello que piensa sin ánimos de ofender a nadie mas que a los déspotas, a los que hablan por que respirar todavía es gratis y después no se atienen a las consecuencias escudándose detrás de alguien mas, a los moralmente correctos que en realidad no son mas que unos hipócritas, definitivamente a algún político coimero que le importa solo su propio bolsillo sin mirar a quien pisa en el proceso y por que no a toda la Santa Iglesia, desde el papa hasta el mas pequeño cura que no se de cuenta de cómo las boludeses que dicen afectan a muchos devotos, o mejor dicho, las hijaputeses que hacen algunos y otros tapan. Soy Consiente de que no en todos lados hay personas que son malas pero también Soy Consiente de que esas personas en estos tiempos están en vías de extinción o que los atrapan para ponerlos en cautiverio como un animal malvado que no quiere a nadie, ni a su propia madre, y de paso, si hay tiempo, y por que no, pervertido.
No Soy Feminista y aunque me de miedo esa palabra que se puede convertir en verbo como es el aborto, Se que debe ser permitido para que nadie pierda a una abuela antes de nacer, una madre a la que después recordara apenas como un mueble mas, una hermana sin hermanos, una esposa a la que… ¿se amaba?, una amiga que no existió, a una hija que se abandono… para que no le pase a nadie mas como a ella.
El aborto se tiene que aprobar ahora para que después no lo aprueben por que se dieron cuenta tarde de que inclusive algunas mujeres poderosas o hijas de poderosos morían por estas cosas, cuando miles de mujeres ya hallan muerto antes.
Digo que le tengo miedo, que no me gusta, por que se que se puede evitarse de muchas maneras en el mayor números de casos pero hasta entonces se debe luchar sin bajar los brazos, sin desfallecer y en caso de comenzar a sentir cansancio detenerse descansar y volverse a levantar para seguir luchando.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El tren se acerca Parte 4

Era el año 1973 y Doña Leoncia descubrió su pasión por el catolicismo, al mismo tiempo el oficial Díscolo se marcho de la casa para no volver más. Pronto la casa se lleno de estatuillas de santos, cuadros de ángeles e imágenes de la Virgen y un olor terriblemente sofocante de incienso. Para esa fecha las primas tenían 15 años.
Un día Doña Alcira y Anabela realizaron todas las tareas de la casa y de la tienda para poder ir a visitar a Carlota. Cuando estaban a unos metros de la entrada de la casa escucharon gritos cargados de odio, ninguna de las dos tuvo dudas de que la persona que los profería era Doña Leoncia. Corrieron hasta la casa y entraron rápidamente, la puerta de la casa estaba abierta de par en par y varios vecinos estaban asomados escuchando el escándalo.
Momentos antes de que Doña Alcira y su hija llegaran Carlota se había sentido mal, cuando se dio cuenta, un hilo de sangre le corría por una de sus piernas, fue asustada a decirle a su madre, que había vuelto a la casa para buscar algo, la mujer no le dio tiempo a que dijera nada simplemente comenzó a golpearla mientras que le gritaba por estar manchando el piso. La muchacha quedo inconsciente.
Después de que Doña Alcira lograra detener a su hermana comenzaron a gritarse furiosas mientras que Anabela se inclinaba sobre su prima para llevarla en brazos al baño para curarla. Nadie hubiera puesto en duda que ella con sus 90 kilos no podría cargar a Carlota que apenas pesaba la mitad.
En esos últimos años los cuidados que Doña Alcira le daba a su angelito la habían convertido en una muchacha gordita pero de músculos firmes, aunque probablemente aquella figura redonda que tenía se debiera a su todavía corta estatura, detalles que pasaban de ser percibidos en cuanto ella sonreía. Doña Leoncia por el contrario casi no llevaba comida a su casa por lo que su hija únicamente contaba con la ayuda que le podía dar su tía que iba cada 2 días.
Cuando Carlota despertó le conto a Anabela lo ocurrido, ella no podía creer lo que escuchaba, mucho menos que se estuviese echando la culpa de lo sucedido. Creía que su madre había echo bien en castigarla por ensuciar el piso. Después de aquello las 2 hermanas no se volvieron a hablar. Doña Leoncia comenzó a pasar cada vez menos tiempo en su casa, solo iba a dormir, a comer, bañarse y cambiarse de ropa, por que si le quedaba un ratito libre entre trabajo y trabajo siempre se los arreglaba para conseguir hacer algo extra pero tampoco Carlota pasaba mucho tiempo en la casa, después del incidente comenzó a ir mas seguido a la casa de su tía. Al cumplir 18 años ambas primas comenzaron a trabajar en la tienda de ropa de Doña Alcira, para ese momento Carlota había ganado un poco de peso también había dejado de lado su obsesión por la limpieza. Anabela por otro lado creció unos centímetros, así sus 90 kilos se distribuyeron mejor en su cuerpo dándole una figura con mas curvas.
En todos esos años las hermanas no tuvieron que verse por que Carlota estaba bajo el cuidado de su tía y a su madre no le importaba lo que hiciera ninguno de ellos.